Nuestro país es principalmente un importador de turistas, ya que nuestro clima, nuestra gastronomía y nuestra historia son atractivos, y encima se lo estamos vendiendo bien ya que el resultado se puede ver en cualquier ciudad de España y sobretodo en las islas baleares conde la cantidad de alemanes asusta y no es de extrañar que algún día las proclamen suya.
¿A qué viene esto? Ahora mismo el futuro que nos depara a los estudiantes son dos: dedicarnos a un oficio relacionado con el turismo y ensalzar o inventar alguna fiesta nueva de interés para que los turistas se dejen aquí nuestro dinero, o formarnos para un oficio y trabajar como maquinas. Esto último no está pasando sólo en las FP, sino que además la gente ha estado pensando que con un título ya iban a trabajar de lo suyo, como un trabajador especializado.
Pero están equivocados. La idea que salió en clase fue que la universidad y sus títulos no forman trabajadores especializados, sino que son formadores de mentes. Mentes que serán capaces de generar ideas e innovar de alguna manera en su campo.
Si no hacemos esto, es magisterio nos valdría con ir a una escuela y pegarnos 24 horas al maestro de turno y copiar todo lo que haga para que en un futuro nosotros hagamos lo mismo. Lo que es aprender un oficio de toda la vida.
Pero esta idea dice lo contrario. Aún así aunque es una idea interesante, debo ponerle un par de pegas.
Las ideas se forman pero para que se lleven a cabo en la mayoría de las ocasiones se necesitan unos requisitos tanto económicos como de toros tipos que suelen impedir este desarrollo. La otra contra es que este método de las ideas puede dar un futuro a unos cuantos futuros graduados, pero contando el número de diplomados que salen al año en Magisterio, me parece que los que conseguirían este futuro gracias a sus ideas innovadoras serían un porcentaje muy escaso
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